martes, 26 de abril de 2016

Leyendas

La etimología del término leyenda nos lleva al vocablo legenda, que pertenece al latín. Legenda puede traducirse como aquello que “debe ser leído”: por eso, en su origen, una leyenda era una narración que se plasmaba en un texto escrito para que puediera ser leída públicamente, por lo general dentro de una iglesia o de otro edificio religioso.
Robin Hood (Leyenda)
Las leyendas no se caracterizan por narrar hechos reales con rigor y exactitud, sino que su finalidad era subrayar un componente espiritual o una intención asociada a la moral y las buenas costumbres.
La historia avanzó y la idea de leyenda comenzó a vincularse a una narración, ya sea escrita u oral, que se exhibe como verdadera (al sustentarse en lo real) pero que incluye ciertos componentes propios de la imaginación y de la ficción. Las leyendas se transmiten de generación en generación, lo que posibilita que se vayan modificando de acuerdo al contexto social y a la época.

Una leyenda, de este modo, permite explicar y respaldar una cierta cultura. Siempre se halla ligada a un personaje, un espacio geográfico o un objeto preciso, y muestra cómo dicho elemento concreto se integra a la historia o la vida cotidiana de la comunidad.

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